Transporte de mercancías peligrosas por vía marítima: ¿qué necesitas saber?

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El envío de mercancías peligrosas de un punto geográfico a otro siempre requiere de una atención especial, pero si se hace por vía marítima, el control y protocolo se vuelve mucho más crítico.

Cuando hablamos de un accidente marino con carga peligrosa, el riesgo va más allá de su indiscutible impacto medioambiental. También implica poner en riesgo la propia seguridad de la tripulación a bordo y la integridad de otras cargas.

Es precisamente la potencialidad de este riesgo la razón principal del implantamiento de la legislación internacional vigente, que todo responsable logístico debe conocer.

Desde Gómez Macías Cargo, podemos ofrecer la confianza y seguridad necesarias para el transporte de mercancías peligrosas por vía marítima. Contamos con un conocimiento profundo y un control detallado de las condiciones óptimas reconocidas para garantizar la integridad y seguridad de tu carga.

En este post, te contamos los aspectos clave que debes conocer para realizar un acertado y conveniente transporte marítimo de mercancías peligrosas:

La normativa del transporte marítimo 

El tráfico marítimo de mercancías es una parte fundamental del comercio internacional y de la globalización, conformando casi el 90% de las transacciones comerciales a nivel mundial.

Para este comercio marítimo hay innumerables textos internacionales que intentan regular esta actividad: Convenio SOLAS (Capítulo VII), Convenio MARPOL y regulaciones conexas (Códigos IMDG, IMSBC). A estas regulaciones se unen numerosas Directivas europeas en la materia y otros códigos, como el ISM, ISPS u otros relativos a la seguridad en puerto o en el buque y las regulaciones nacionales conformadas por diversos Reales Decretos.

En cuanto al transporte de mercancías peligrosas por vía marítima, la legislación que nos interesa conocer es la establecida por IMO (International Maritime Organization) que creó el Código IMDG (Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas), así como el Acuerdo Europeo relativo al transporte internacional de mercancías peligrosas por vías de navegación interior (ADN) que solo tiene vigencia para el transporte por vías de navegación interior europeas.

Ambos documentos establecen una clasificación de las mercancías peligrosas en función de sus propiedades y riesgos, así como una serie de requisitos para su embalaje, marcado, etiquetado y transporte.

El cumplimiento de la normativa de transporte de mercancías peligrosas es obligatorio para todas las personas y entidades involucradas en el transporte de estas mercancías, incluidos los cargadores, transportistas, operadores de terminales y autoridades competentes, y su incumplimiento puede conllevar sanciones administrativas o penales, así como responsabilidades civiles.

Para garantizar el cumplimiento de la normativa, los cargadores, transportistas y operadores de terminales deben estar familiarizados con sus requisitos y contar con los recursos humanos y materiales necesarios para su aplicación. Las autoridades competentes, por su parte, deben velar por el cumplimiento de la normativa y sancionar su incumplimiento.

Algunos de los beneficios del cumplimiento de la normativa de transporte de mercancías peligrosas son los siguientes:

  • Reduce el riesgo de accidentes y daños
  • Protege la salud y la seguridad de las personas
  • Previene la contaminación del medio ambiente
  • Reduce los costes asociados a los accidentes
  • Mejora la imagen de la empresa

Las empresas que cumplen con la normativa de transporte de mercancías peligrosas demuestran su compromiso con la seguridad y la protección del medio ambiente, además de evitar las sanciones de los organismos reguladores. En Gómez Macías Cargo conocemos y cumplimos con esta legislación sin fisuras, porque sabemos lo importante que es para nuestros clientes que su mercancía llegue en las mejores condiciones, y naturalmente, evitar de esta manera resultar los responsables de un posible desastre medioambiental que impactaría de forma perjudicial a la imagen de cualquier empresa.

¿Cómo deben ser las etiquetas de mercancías peligrosas?

El etiquetado de mercancías peligrosas se debe de hacer atendiendo a la clasificación de IMO, que están categorizadas según la probabilidad de explosión o incendio.

Clasificación de mercancías peligrosas

Clase 1: Explosivos

Los explosivos son materias o artículos que pueden explotar por una reacción química, sin necesidad de oxígeno del aire. Se clasifican en seis divisiones, en función de su sensibilidad y de los riesgos que presentan:

División 1.1. Objetos con riesgo de explosión de toda la masa.

División 1.2. Representan riesgo de proyección, pero no de explosión de toda la masa.

División 1.3. Representan riesgo de incendio y pueden producir efectos de onda de choque.

División 1.4. Estos no representan un riesgo considerable.

División 1.5. Poco sensibles que implican riesgo de explosión en masa.

División 1.6: Explosivos extremadamente poco sensibles, que no representan un riesgo significativo de explosión.

Clase 2: Gases

Los gases son sustancias que, a temperatura y presión normales, se encuentran en estado gaseoso. Se clasifican en tres divisiones, en función de sus propiedades físicas y químicas:

División 2.1. Gases inflamables. Pueden inflamarse al contacto con una fuente de calor, como el propileno, etano o butano.

División 2.2. Gases no inflamables, no tóxicos. Desplazan el oxígeno provocando asfixia, como el helio o el oxígeno. 

División 2.3. Gases tóxicos. Su inhalación puede causar efectos agudos o incluso la muerte. Pueden ser inflamables, corrosivos o comburentes, como el cloro.

Subdivisión de gases

Los gases se subdividen en gases comprimidos, gases licuados, gases licuados refrigerados, gases disueltos, dispensadores y recipientes de aerosol, otros artículos que contienen gas a presión, gases no presurizados sujetos a requisitos especiales (muestras de gas), productos químicos a presión y gas adsorbido.

Clase 3: Líquidos inflamables

Los líquidos inflamables son sustancias que pueden inflamarse fácilmente y propagar el fuego. Se clasifican en tres categorías, en función de su grupo de embalaje:

Grupo de embalaje

Punto inicial de ebullición

Punto de ignición (copa cerrada)

Grupo de embalaje I

Punto de ebullición ≤35ºC

Grupo de embalaje II

Punto de ebullición >35ºC

Punto de ignición <23ºC

Grupo de embalaje III

Punto de ebullición >35ºC

Punto de ignición ≥23ºC – ≤60ºC

Clase 4: Sólidos inflamables

Los sólidos inflamables son artículos que pueden inflamarse fácilmente y propagar el fuego. Se clasifican en tres categorías, en función de sus propiedades:

Categoría 1: Sólidos extremadamente inflamables, sustancias que reaccionan espontáneamente, polimerizantes e insensibilizados.

Categoría 2: Sólidos fácilmente inflamables, sustancias que pueden experimentar combustión espontánea..

Categoría 3: Sólidos que en contacto con el agua desprenden gases inflamables.

Clase 5: Comburentes y peróxidos orgánicos

Los comburentes son sustancias que, sin ser inflamables, pueden provocar o propagar un incendio. Los peróxidos orgánicos son sustancias que pueden descomponerse violentamente, liberando oxígeno. Se clasifican en dos categorías, en función de sus propiedades:

Categoría 5.1: Comburentes.

Categoría 5.2: Peróxidos orgánicos.

Clase 6: Tóxicos

Los tóxicos son sustancias que, por inhalación, ingestión o contacto con la piel, pueden provocar efectos nocivos para la salud humana o el medio ambiente. Se clasifican en dos categorías:

Categoría 6.1: Sustancias tóxicas, pueden causar la muerte por inhalación, absorción cutánea o ingestión. Un ejemplo de éstas es el metanol o el cloruro de metileno.

Categoría 6.2: Sustancias infecciosas, Contienen agentes patógenos (microorganismos) que pueden provocar enfermedades.

Clase 7: Material radioactivo

El material radioactivo es aquel que emite radiación ionizante peligrosa para el cuerpo humano, dependiendo del tipo de radiación, la dosis y la duración de la exposición.

Las etiquetas para este tipo de sustancias se aplicarán de acuerdo a lo siguiente:

Categoría I. Para bultos con un máximo nivel de radiación en la superficie de 0.5 milirem/h o para contenedores que no contengan bultos con categorías más altas. 

Categoría II. Para bultos con un nivel de radiación en la superficie mayor a 0.5 milirem/h, sin exceder los 50 milirem/h. 

Categoría III. Para bultos con un nivel máximo de radiación en superficie de 200 milirem/h.

Categoría IV. Materiales fisionables.

Clase 8: Corrosivos

Los corrosivos son sustancias que pueden causar daños irreversibles a los tejidos vivos, a los metales y a otros materiales.

Clase 9: Objetos peligrosos diversos

La clase 9 suponen algún tipo peligro no contemplado en los anteriores, como puede ser el caso de dioxinas, pilas de litio, hielo seco, etc.

Podemos observar una etiqueta específica para para paquetes o artículos sin embalaje que contienen baterías de litio

La identificación de las etiquetas de mercancías peligrosas para su transporte por vía marítima debe tener en su identificación la clase y el número IMO correspondiente.

Transporte de mercancías peligrosas por mar. Normativa de aplicación en el transporte marítimo.

Esperamos que este artículo te sirva de ayuda para conocer un poco más sobre el transporte de mercancías peligrosas por vía marítima. Ya sabes que puedes confiar en Gómez Macías Cargo para cualquier cuestión de comercio marítimo, ¡te ayudaremos encantados!